WE MAKE CITIES / AI / HIPÓTESIS #002
Siempre he soñado con visitar la ciudad. Después de años planeando el viaje, finalmente estoy aquí. Lo que he encontrado al llegar ha superado con creces todas mis expectativas. Lo que más me ha sorprendido ha sido que las calles del centro están salpicadas de unas estructuras hinchables y luminosas, que brillan con una luz suave y acogedora. Al principio, he pensado que formaban parte de alguna instalación artística, pero pronto he descubierto que se trataba de algo completamente diferente.
Al acercarme a una de estas burbujas, he observado cómo personas se movían dentro de ellas como si estuvieran en una habitación de hotel. A través de las paredes transparentes, he podido ver a parejas relajándose en cómodas camas, familias disfrutando de su cena o viajeros solitarios trabajando en sus portátiles. La temperatura dentro de estas burbujas es notablemente más fresca, un alivio absoluto comparado con el calor sofocante del exterior.
Intrigada, he entrado en un café cercano para pedir una bebida refrescante. Mientras espero, le pregunto al camarero sobre esas fascinantes estructuras. Él sonríe con una mezcla de resignación y complicidad, y me explica la historia detrás de las ClimaPods, que así se llaman. Resulta que son una solución ingeniosa de algunos propietarios de VFT y hoteles locales para saltarse la normativa de alojamientos turísticos, que se ha vuelto cada vez más restrictiva en respuesta al aumento del turismo masivo.
«Las ClimaPods son una especie de habitaciones de Airbnb móviles,» me dice el camarero, sirviéndome mi bebida helada. «Los hoteles las distribuyen por la ciudad y las empresas de climatización las patrocinan. De esta manera, pueden ofrecer alojamiento adicional sin tener que cumplir con todas las regulaciones.»
Asento, fascinada. Una solución tan ingeniosa como subversiva. «¿Y la gente las usa mucho?» pregunto.
«¡Oh, sí! Especialmente en verano, cuando las temperaturas pueden ser insoportables,» responde. «La gente prefiere dormir en una ClimaPod en lugar de una habitación de hotel tradicional. Además, les permite estar más cerca de los puntos turísticos sin tener que desplazarse mucho.»
Luego, ha mencionado algo que me deja boquiabierta: «Además, como sabes, debido al cambio climático, los niveles de oxígeno en la atmósfera han disminuido drásticamente. Las ClimaPods están equipadas con sistemas de oxígeno ilimitado, lo que las hace aún más atractivas.»
Al salir del café, he decidido alquilar una ClimaPod por una noche para vivir la experiencia. A través de una aplicación en mi teléfono, acabo de reservar una y en cuestión de minutos, he recibido la ubicación. Camino hasta la dirección indicada y allí está, una burbuja luminosa y acogedora esperándome.
Entro y me maravilla lo bien equipada que está. Una cama cómoda, un pequeño escritorio, una conexión Wi-Fi impecable y, lo más importante, una temperatura perfectamente regulada y una abundancia de oxígeno puro.
Desde mi burbuja, puedo ver la Giralda iluminada en la distancia y escuchar la vibrante vida nocturna de Sevilla, sin preocuparme por la escasez de oxígeno.
MIDJOURNEY 2024 / GPT-3.5
Actividad subvencionada
por el Ministerio de Cultura